Familias que provienen de los Estados Unidos y la frontera con distintos destinos no ocultaron su molestia, al percatarse de la indolencia de quienes están en las casetas. Un transportista de alimentos perecederos comentó que era inadmisible que en plena afluencia de vehículos se les hubiera ocurrido realizar obras de mantenimiento, reparación del techo de la caseta y climas, causando un caos monumental.
En un momento de la mañana la fila de carros llegó hasta el entronque con Ixhuatlán de Madero, estimándose en dos kilómetros.
Agricultores de Álamo dijeron que ya no les extraña el pésimo servicio que se da en el puente, porque es cosa de todos los días. Iracundos exclamaron que Consorcio Carretero del Golfo y Opervite S.A., no hizo el puente y en nada cooperó, por lo que resulta extraño que ahora sea el beneficiado, cobrando un peaje sobre un puente que ya está súper pagado.
