Más grave aún es el desabasto de medicamentos que el recinto hospitalario sufre a pesar de su importancia, ya que de acuerdo al Estudio de Regionalización Operativa (ERO), se atiende a un universo de 32 mil personas; tampoco cuenta con el equipo e instrumental necesario al grado de que ni baumanómetro tiene y la mayoría de los muebles de oficina lucen en deplorable estado, puesto que algunos tienen ya varios años de existencia.
Entre otros empleados, el Centro de Salud cuenta con siete médicos generales certificados en febrero pasado, entre quienes figura Gonzalo Herrera Matus, quien aun cuando hace las funciones de Director asegura que -tras año y medio ocupando el cargo- recientemente presentó su renuncia como tal, por lo que puede decirse que la institución oficialmente está acéfala, como sucede con otras tantas de su tipo en toda la entidad, cuyo personal trabaja bajo protesta, por lo que consideran malas condiciones laborales.
Al respecto, el galeno comenta que dicho movimiento de protesta se lleva a cabo de manera pacífica y fuera de horario de trabajo para no afectar a los pacientes. “La realidad no es como la pintan y no podemos tapar el sol con un dedo; hay muchas carencias en todos los Centros de Salud y el nuestro no es la excepción, sin embargo no bajamos la guardia y mantenemos nuestro compromiso de brindarle a la población el mejor servicio posible.
