18 de Abril de 2024

Ambulantes contra Establecidos

Empresarios se quejan de los oferentes semifijos alrededor del mercado

Y los semifijos responden y aseguran que no le hacen daño a nadie

 

MARIO HERRERA ROCHA

Naranjos

 

Por obstaculizar el paso a las personas que se dirigen al Mercado “Naranjos”, pero principalmente por representar una competencia desleal para ellos, empresarios establecidos alrededor del centro de abastos se quejan sin pensar que quienes se dedican al comercio informal tienen también derecho a practicar una actividad económica lícita.

Por el contrario, son los comerciantes “formales” aquellos que estacionan sus vehículos a las afueras del mencionado inmueble e incluso apartan lugares en la vía pública frente a sus negocios, dejando a los propios consumidores sin opción para aparcarse y alejándolos de sus jugosas ganancias, lo que en todo caso también debería ser considerado por las autoridades competentes.

Más allá de ello, locatarios del mercado que prefieren guardar el anonimato para evitar represalias derivadas de sus declaraciones, afirman que los oferentes semifijos les significan un “gancho” a sus puestos, ya que las amas de casa se detienen para adquirir productos del campo y una vez poniendo un pie en las banquetas del edificio efectúan compras que de otra manera no tenían pensado hacer.

“Juanita”, una mujer que diariamente arriba a la ciudad proveniente de una comunidad perteneciente al municipio de Tamalín, ofrece legumbres en una canasta y asegura que no le quita el dinero a nadie, ya que ningún establecimiento ofrece lo que ella. “No les hacemos daño ni mueblerías, ni ferreterías, ni tortillerías”, manifiesta la vendedora.

“Sin embargo, lo que sí debería impedirse es que algunos compañeros ocupen parte de la calle para poner sus mercancías, pero si no molestan a nadie no pasa nada”, advierte “Don Isidro”, quien dice tener su domicilio en una localidad de Chinampa de Gorostiza, por lo que es evidente que existe una marcada diferencia entre unos y otros, lo cual al final de cuentas forma parte de una realidad que se vive no solo en Naranjos, sino en todo el país.