Sin tacto
Por Sergio González Levet
La otra lista (concluye Deep South)
Mis condolencias y las de mi familia para
nuestra querida Vicky Hernández. En este
momento difícil, estamos contigo, amiga.
Termino en esta entrega con las notas que tomé de los intensos y esquivos comentarios que me hizo el desconocido informante del estacionamiento, que siguió ocultando su identidad y su rostro tras el negro velo de la penumbra.
Eran sus palabras un relato ardiente y profundo que dejaba caer, en cascada apresurada, ideas y nombres, informaciones y silogismos. Yo me apresuraba a escribir como podía, en la incomodidad de no tener donde apoyar la libreta, pero quedé satisfecho de que no dejé pasar ningún detalle, aunque tal vez sí varias palabras, y sobre todo los giros idiomáticos de que estaba llena la verborrea de Deep South.
Va lo último que me dijo en aquel nuestro segundo encuentro:
“Hay una cosa que debes tomar en cuenta, y es que para cada uno de los distritos electorales del país se van a integrar los nombres de tres posibles aspirantes, y que a partir de ahí decidirán en el Distrito Federal quiénes serán los agraciados con la candidatura.
“Cada gobernador -y junto a él su respectivo presidente estatal del PRI (en el caso de Veracruz, es presidenta)- tendrá la consigna de vigilar la integración de las ternas y llevarlas al CEN priista para que sean palomeadas”.
“Insisto, las razones fundamentales para tomar las decisiones serán el resultado de las encuestas, la capacidad económica que pueda tener el candidato para arrostrar la campaña y el día de la elección, y la aceptación de su nombre de parte de los liderazgos locales, empezando por el Gobernador.”
“Tienes que tomar en cuenta que Pitágoras no cuenta mucho en la aritmética política del Partido” (lo dijo así, con mayúscula) “y por eso es muy probable que haya ternas de dos y hasta ternas de uno.
“Te pongo ejemplos de estas últimas en Veracruz: uno, el pavorreal tuxpeño; dos, el CH. W. acayuquense; tres, Elizabeth” -lo dijo como palabra grave o llana, sin marcar el acento en la ‘i’- por la capital; cuatro, la dama que puedan proponer los petroleros, ya sea en Poza Rica o en Minatitlán”.
“La fuerza de la prensa es relativa… y no lo es. Yo a cada pretendiente le recomiendo que no deje de estar cerca de los periodistas, sobre todo de los columnistas prestigiados, que serán de cinco a diez en todo el estado. Tú los conoces bien. Difícilmente un candidato llegará por la fuerza exclusiva de comentarios favorables en medios, pero muchos se pueden caer con un solo señalamiento publicado en contra suya”.
“Tendremos un próximo encuentro, hermano, y te seguiré pasando la información que tenga. Lo único que te pido es que anotes puntualmente lo que te digo, que no inventes ni añadas nada. Ponlo tal cual, como lo hiciste la primera vez, y seguirás siendo confiable para mí…”
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