18 de Abril de 2024

Salvo alguna excepción, en mayor o en menor medida, es parte de una adecuada CULTURA URBANA el cuidado que debemos tener todos los vecinos de una entidad federativa, de un municipio, de una ciudad o poblado de ese municipio, de una colonia de esa ciudad o de una calle o de un departamento de nuestra unidad habitacional en donde residimos, para cuidar el patrimonio público o comunitario, procurando la utilización racional de esos bienes QUE NO SON DE NUESTRA PROPIEDAD PARTICULAR.

En un primer grupo de estos bienes se encuentran los inmuebles públicos: oficinas, escuelas, hospitales, parques y jardines, áreas deportivas, auditorios, ríos, arroyos o corrientes de agua que atraviesan la ciudad o están cerca de ella y otros bienes de esta misma naturaleza.   

En el segundo grupo están: las calles, banquetas, atarjeas, instalaciones de alumbrado público, aparatos medidores de luz, de agua o de gas, semáforos, depósitos de desechos sólidos, bebederos públicos, camellones, paradores de autobuses y otros bienes semejantes  los cuales, instalan, construyen y conservan las autoridades para servicio de todos.

 

Dentro del tercer grupo, podríamos ubicar a todos aquellos que se ubican en un inmueble de propiedad en condominio, tales como: zaguanes de entrada, estacionamientos, corredores, pasillos, escaleras; áreas comunitarias de juegos y esparcimiento o de lavado, de tendido de ropa; medidores de agua, de luz o de gas; depósitos de basura, buzones instalaciones eléctricas en pasillos, corredores y otras áreas comunitarias, así como otras instalaciones o bienes semejantes.

Es el caso de que estos bienes son dañados por robos frecuentes, maltrato o depredación, de parte de individuos, miembros de la propia colectividad o ajenos a ella, que con propósitos económicos (a cambio de unos cuántos pesos) o simplemente por afán de ocasionar el daño, realizan acciones negativas que afectan a los bienes o la utilidad o servicio que prestan, ante la notoria negligencia de las autoridades encargadas de la seguridad pública y nula participación o cuidado de los ciudadanos que se benefician con dichos bienes.  Tuxpan, nuestra querida ciudad, parece ostentar un nada envidiable liderato en esta materia.

Esta situación que verdaderamente nos agobia debe cambiar. Para ello, es necesario:

1.-  Que las autoridades de todos los niveles, sobre todo las municipales, tomen injerencia directa y se preocupen verdaderamente por cambiar esta realidad.

2.- Que los ciudadanos comprendan que estos bienes son de todos y no de la propiedad particular de nadie, y que la comunidad se beneficia grandemente cuando estos bienes existen y las condiciones de uso son óptimas.

3.-Que todos los ciudadanos deben colaborar activamente para la preservación de estos bienes, evitando el abuso, la depredación, tanto propia como ajena y estar prestos para denunciar ante las autoridades todo abuso que se haga de ellas.

4.- Que se ejerzan campañas de educación urbana por parte de las autoridades municipales, para EDUCAR  a los ciudadanos en sus deberes para con su ciudad.

5.- Que se incluyan en las escuelas Primarias y Secundarias cursos de CULTURA URBANA,  para que la mentalidad de las nuevas generaciones de ciudadanos, estén más comprometidas con el bienestar colectivo y,

6.- Como LA LETRA CON SANGRE ENTRA, que se realice todo lo necesario para que las autoridades establezcan en leyes y reglamentos, severas sanciones civiles y penales para toda aquella persona que maltrate, dañe o robe bienes públicos o comunitarios. Si bien el delito de robo está ya sancionado, cuando se trate de bienes públicos, las sanciones ya establecidas en el Código Penal, debieran duplicarse, para escarmiento del delincuente, considerando estos robos, como DELITOS GRAVES, sin derecho a fianza.

 

Me parece que sólo así será posible educar a la ciudadanía en una parte importante de lo que yo denomino: CULTURA URBANA de la cual, hace falta mucho camino por recorrer, para recuperar la manera de ser de antiguas generaciones de ciudadanos que eran mejores, mucho mejores que las actuales.