19 de Abril de 2024

En 2007, al inicio del sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, se generó una gran controversia. El Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI) tuvo la intención de que Petróleos Mexicanos (PEMEX) hiciera públicos los planos de los ductos por los que transportaba gasolina.

Hubo jaloneo entre ambas instituciones. Pemex no quería, argumentando razones de seguridad nacional y vulnerabilidad ante el robo de combustible porque los criminales, con un clic en internet, podrían saber exactamente dónde perforar.

Un ataque los agarró en el “estira y afloja”. A principios de julio de 2007, la guerrilla Ejército Popular Revolucionario (EPR) patrocinó ocho explosiones en ductos de Pemex.

La idea de hacer públicos los trazos de los ductos de Pemex quedó congelada por miedo a más atentados de este tipo.

Pero dos años bastaron para que la opinión gubernamental cambiara.

Lo que no logró el IFAI ni el EPR, guardada la debida proporción, lo consiguieron ¡los gobernadores!

Con el argumento de hacer un atlas de protección civil de colonias en las que pasaran por debajo ductos que pusieran en riesgo a la ciudadanía, la Conferencia Nacional de Gobernadores (CONAGO) negoció un convenio con Pemex para recibir los mapas de los ductos. Fue en 2009. Por la CONAGO firmó su entonces presidente, Mario Marín, el Mandatario de Puebla mejor conocido como el Góber Precioso, involucrado en escándalos de pederastia, denunciado internacionalmente por perseguir periodistas y recientemente apuntado para retomar su carrera política en su partido, el PRI.

Según el protocolo firmado por Pemex y la CONAGO, habría un firme resguardo de los documentos para evitar que cayeran en manos indeseadas y también habría distintos niveles de acceso a ellos, con claves secretas y toda la cosa.

De acuerdo con fuentes de inteligencia del Gobierno Federal actual, nada de eso sucedió. Y los planos estratégicos de Pemex terminaron en manos de gobernadores, secretarios estatales, alcaldes, ayudantes… delincuentes.

Hacen notar que las cifras oficiales sobre robo de combustible dan un salto justo en 2009 y se desatan hasta llegar a la actualidad: 17 mil millones de pesos en 2014.

El asunto va mucho más lejos. En las carpetas de inteligencia sobre este tema, que cada vez es de mayor preocupación para la administración de Peña Nieto, aparecen fotografías que captan aparentemente robando combustible a bandas organizadas de delincuentes y narcotraficantes, pero también vecinos que aprovechan el desorden para llenar sus bidones en los borbotones de las fugas que deja la ordeña ilegal, empresarios transportistas que cargan sus pipas para luego vender el producto como “derecho” y ¡hasta militares!

 

SACIAMORBOS

Cosa de quince personas ejecutadas en un predio de Guanajuato. A la sorda. Fue una disputa por el robo de combustible. Presuntamente una red que va de Guanajuato hasta Tamaulipas, pasando por San Luis Potosí.