Shonda Rhimes, productora de la serie, considera que lo que sucede a los personajes tiene mucho peso en la vida de las audiencias.
Agencias.-
El drama, las intrigas y el abordaje de problemáticas comunes, más allá de la época, que dieron forma a Bridgerton, son razones por las que la historia producida por Shonda Rhimes se convirtió en 2020 en la serie en inglés más vista en la historia de Netflix.
Se trató de la primera serie que produce la plataforma con Shonda Rhimes (Grey’s Anatomy, Scandal), con quien firmó un acuerdo de 150 millones de dólares.
La primera temporada, que se estima costó 7 mdd, alcanzó 63 millones de vistas; un año después los 82 millones, y cuenta con una serie derivada: Queen Charlotte.
La historia se basa en las novelas anónimas de Julia Quinn, y en cada etapa se enfoca una temática distinta que, explica Rhimes, tiene que ver con las problemáticas humanas más comunes para que los espectadores se identifiquen.
“Son cosas que tienen mucho peso en nuestras vidas, pero no siempre les damos la importancia adecuada”, señala la creadora.
Phoebe Dynevor, Nicola Coughlan, Simone Ashley y Regé-Jean Page son algunos protagonistas de la serie ambientada en la alta sociedad londinense durante el periodo de Regencia (S XIX), cuando las jóvenes casaderas eran presentadas en la sociedad y la corte, entrando al mercado matrimonial.
Todos han hecho de sus personajes una historia personal que en cada entrega se entrelaza con la de una pareja distinta.
Un amor no correspondido
La tercera entrega, cuya primera parte se estrena el 16 de mayo, será el turno de Luke Newton, quien da vida a Colin Bridgerton, y Nicola Coughlan, que es Penelope Featherington, con quienes Rhimes se dará la oportunidad de explorar en el amor no correspondido.
“Podremos ver a muchos de nuestros personajes en situaciones nuevas y cosas que nunca hubieran sido posibles para ellos en las anteriores temporadas”, afirma.
Penelope es una joven que siempre ha estado enamorada en secreto de uno de los miembros de la familia Bridgerton: Colin, pero él es un hombre con espíritu aventurero que en la temporada pasada le rompió el corazón cuando habló despectivamente de ella sin percatarse de que lo estaba escuchando. Ahora ella decidirá dejar de lado su enamoramiento y ser frontal con él y con sus sentimientos.
“Colin y Penelope son los desamparados en muchos sentidos... veremos a estos personajes asumir su poder este año, lo que creo que hará que muchas personas que alguna vez han tenido un enamoramiento no correspondido se sientan muy vistas”, dice la nueva showrunner Jess Brownell.
Al respecto, Luke Newton asegura que habrá ciertas acciones del príncipe que convencerán a la audiencia de que es merecedor de una nueva oportunidad.
“Será mejor que lo perdonemos, porque tendrán un nuevo buen punto de partida, como si todo estuviera bien entre los dos; ella lo tenía en un pedestal, tuvo que ser derribado para que pudiera verlo como ser humano”, señala el actor.
Coughlan destaca que Penelope intentará comenzar un matrimonio, pero no será con Colin.
“Lo más divertido es que hemos visto a estos personajes durante tres años en diferentes versiones; en la primera temporada se sentían como niños y ahora obtendrán ciertos brillos estéticos, aunque luego se darán cuenta de que todavía hay grandes nerds detrás de eso”, dice Nicola.
“Ella básicamente dice: ‘voy a encontrar un marido’ y Colin: ‘te ayudaré’; ella acepta porque piensa: ‘no te amo en absoluto, esto funcionará sin problemas’. Entonces encuentra nuevos pretendientes”.
Este nuevo interés amoroso, adelanta Rhimes, es Lord Debling (Sam Phillips), quien se incorpora a la historia.
